- Adaptación de libro "Vida y palabra campesina" (Concurso de Autobiografías campesinas) 1986, donde Miguel Peña Araneda obtuvo el Primer lugar de la Zona Sur de Chile.
- Recopilación realizada por su familia desde 1986 hasta 2009, fecha de su muerte.
- Versos de Trovero Sur.
Redacción de Pamela Peña Velásquez.
Miguel Arcángel Peña Araneda, nació en Coyhaique, Región de Aysén Chile, el 29 de Septiembre de 1946 a pocos días de que sus padres y ocho hermanos, desembarcaran de su viaje colonizador. Hijo de Pedro Ángel Peña Riquelme nacido en 1882, obrero agricultor colonizador desde Chillán al sur y de Eufrosina Araneda Riquelme nacida en Gorbea el año 1903.
"Los anhelos y esperanzas
nos empujaron un día
en busca de mejor vida
donde trabajar mejor,
así a Coyhaique llegó
mi padre con su familia.
La geografía de Aysén
fue un latigazo a mi madre
penar y llorar a mares
fueron sus primeros días
mas yo en su vientre sufría
el comienzo de mis males."
¿Qué hacer con tanta familia? y aún menores de edad. Debido a los gastos y pérdidas del viaje, ya no les alcanzaba para comprar un campito. Para la alimentación debieron hacer cualquier cosa: conseguir novillos en doma, venta de leña, siembras en media, que fueron embudos para un anciano cansado.
"Transcurre la temporada de 1947 - 1948 y lo de la leña permitía subsistir y hasta comprar un litro de leche de vaca al día para la guagua, la cual creo hoy día, me devolvió la vida..." ( pág.200 libro Vida y palabra campesina)
Llegaba el año 1950 y Miguel, con 4 años de edad, aún no caminaba.
“Camina niño, camina
lentamente hasta llegar
hacia donde está el lugar
que Dios te dejó marcado,
si es camino accidentado
no debes prisa llevar”
"El anhelo de mi Padre era salir al campo y ojalá encontrar un campo fiscal que ya eran escasos..."
Si un día el sol me alumbrara
capaz de cambiar de pelo,
con un pedazo de terreno
pa´trabajar a mi gusto
no es más que un pedido justo
de un campesino chileno..."
"Mi padre va en los 68 años de edad y aún es todo un fuerte hombre de trabajo, junto a mi madre que alivia su cansancio atendiéndole puntualmente, con el mate dulce que era su costumbre y el almuerzo a la hora.
Todos mis hermanos ayudan a trabajar ya que no se estudia más del segundo o tercer año, debido, más bien a tanto desequilibrio en el hogar, pese a todo, tuvimos un buen ejemplo de los padres: no peleaban, nos enseñaban el respeto y la honradez y siempre le oí decir a mi padre: -Hijas no me importa que se casen con un feo o pobre siempre que sea honrado-."
"Mi viejo no se dormía en los laureles y añoraba vivir de la agricultura pero, como lo había hecho en su tierra: sembrar, cosechar, vender y recibir su dinero. Cosa que acá no podía lograr." (pág.201 Vida y palabra campesina)
"Así nos trasladamos a Lago Frío en 1951. Ahí sembró todo lo que quiso y cosechó bastante... Triste fue la sorpresa cuando al cosechar considerable cantidad de papas, avena, trigo y hortalizas, no había a quien venderle, solo un par de sacos y el resto se perdió."
“Que otros canten alegrías
si es que alegres han vivido
tal vez yo nunca he podido
dormirme en esos engaños
porque me duelen los años
de porrazos recibidos."
"Entre siembras y otras cosas llegó el momento esperado, el momento más anhelado. Encuentra mi padre un campo fiscal. Claro que era campo virgen, boscoso y nevador, pero él sabía como hacerlo producir, aunque fuera un campo de veranada como son los de estas características. Ya estaba el campo, ahora a trabajar si es que ese era el anhelo. Y Así se hizo, vinieron mis hermanos que junto a mi padre eran tres hombres que no mezquinaban esfuerzos para poner en producción el campo cuanto antes. Se instaló un burriquete para aserrar maderas, se hacen tejuelas, se vive en un puesto de canoas de emergencia, se labra madera de construcción para la posterior construcción de una casa, a la vez que se rozaba bosque, se limpiaba y cerraba para siembras de papas y granos y alrededor de la puebla, un gran recinto de palo a pique para el cultivo de hortalizas y una gran variedad de frutales, que hasta yo con mis escasos años ayudaba a plantar. También se hacían empastadas para la posterior alimentación de animales."
"No transcurrido mucho tiempo se impuso de la ocupación del campo, el vecino colindante que era un poderoso capitalista, quien no demoró en maniobrar resortes y llegó la notificación de abandonar el campo. Mi analfabeto, humilde y quitado de bulla, padre, había hecho las consultas previas en oficina de tierras, donde fue informado, de la mismo forma que lo habían hecho los colonos que apoyaban a mi padre: "todos los campos de ese cañadon, llegaban a la misma altura hacia la montaña, el resto había quedado como reserva fiscal", de tal forma no había más que tramitar ante el fisco y este no se negaría, aunque fuera un permiso para trabajar allí. Pero las notificaciones se siguieron sucediendo hasta que llegó el momento en que fuimos desalojados a la vía pública, pero por nuestros propios medios..." (pág 202 Vida y palabra campesina)
“¡AH! si supiera la ley
las trampas del avariento
por más que tenga, no entiendo,
su apetito no es saciado,
yo al que tiene no he envidiado
¡admiro al que es caballero!
"En la noche estábamos de vuelta en el campo, por dos razones; no teníamos donde estar y sabíamos que eso era ilegal... siendo el campo fiscal..."
"Hubo que hacerse presente en oficina de tierras para solicitar el terreno, acogiéndose al derecho de ciudadano chileno y con tanta familia, más los adelantos efectuados ya en él. Pero ya la presencia de mi pobre viejo no fue grata para un Sr. XX quien le dice: "Mira viejo de mierda, si no te retiras de mi oficina te voy a sacar a patadas". Recuerdo que se enviaron muchos escritos y nunca más se supo." (pág 203 Vida y palabra campesina)
"...Vecinos y amigos que sabedores de los hechos, ofrecieron a mi padre su apoyo incondicional, para detener la acción policial, que ya estaba avisada y se suponía sería la última y para siempre y la ley que era un derecho, no aparecía..."
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"ALUSIÓN AL COLONO DE AISÉN" (pág 203 Vida y Palabra campesina)
Aquí un resumen del espíritu solidario, valentía y patriotismo, que tuvieron los colonos pioneros de la región de Aisén, que supieron sobreponerse a los múltiples obstáculos. Había en ellos un espíritu de compañerismo y valentía que eran capaces de exponer la vida por defender los derechos de sus compatriotas. Caso similar al nuestro ocurría en años anteriores en el sector Viviana y Chile Chico, este caso último se le llamó "Guerra de Chile Chico". Un usurpador quiso despojar de sus tierras a los colonos que tenían sus campos en producción. Estos le declararon una batalla, ya que este Sr. aludiendo que era un rincón de refugiados matreros, cuatreros, etc., etc., había traído fuerza policial y en número considerable desde el norte. Ahí en Valle Simpson este mismo Sr. ya lo había hecho antes, con dos hermanos oborígenes, que fueron los primeros pobladores del lugar, analfabetos, humildes, no necesitó más que leerles un falso contrato de arrendamiento al fisco. Estos en busca de campo fueron los primeros pobladores de Puerto Ibañez, perdiendo casi todos sus animales, por ser campos nuevos que no tenían pastajes.
Al ocurrir el caso de Chile Chico, desde Valle Simpson acuden CLORINDO ORELLANA y ENRIQUE FARIAS encabezados por JOSÉ ANTOLÍN SILVA ORMEÑO. Este es un verdadero héroe de nuestra región. Él fundó el pueblo de Balmaceda para hacer soberanía y le colocó el nombre del mandatario de momento, no dejándose para él ni una pulgada de tierra. Este hombre encabezó las fuerzas civiles hasta que triunfó la verdad. Estos hombres no tenían pertenencias allá, sólo sus amigos en dificultades. A esto se le llamaba "Gauchada de amigos."
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"Todo era como un arañar en el cristal, no había medios de expresión y las autoridades de bajo rango, además del aislamiento de esos tiempos."
"Enfermo, viejo y cansado
veía gastarse los días
pensando en la policía
que debe llegar y actuar,
sin a veces calcular
lo macabro de la vida."
"Se aproxima la fecha del desalojo y mi padre con sus 74 años y ante tanta amargura comienza a derrumbarse. Cae enfermo a la cama y llegó el día; a la entrada del campo se izó el Pabellón Nacional, también al frente de la casa y mi madre se terció en el cuerpo la tricolor y nos encerramos en casa a esperar la acción de la policía. Mi familia no es gente de empuñar las armas, además sabemos que carabineros sólo cumple órdenes.
Recuerdo que en casa estaba mi padre, mi madre, mis dos hermanos mayores, un primo adulto, mi hermana de 12 y yo de 8 años.
Eran las 10 Hrs. de la mañana aprox. cuando aparecen varios carabineros...un camión y detrás el Sr. que seguramente hoy día tendrá una gran fortuna en el otro mundo. Se lee la orden y se solicita la salida de dentro de la casa a lo cual se niega mi familia aludiendo derechos y exigiendo razones. En esto debe haber pasado una media hora y procedió el Tte. tomando a mi madre, que estaba en la puerta y empujándola sobre un montón de leña dentro de la casa; procedió mi hermano con un garrote hasta ser superado por la fuerza policial, los otros ya estaban amarrados. Yo y mi hermana arrancamos asustados y fuimos perseguidos repugnantemente por el avariento que nos intimidaba con groseras palabras.
En ese momento, por desgracia o por suerte, llegaron los vecinos y amigos que venían en nuestra ayuda. Hubo intercambio de palabras poco amables con la policía, pero ya estaba todo hecho.
Mi padre al hospital, mis hermanos detenidos, mi madre y hermana a prestar declaraciones y yo en casa de un cuñado...
En aquel campo quedaba un maratónico trabajo de una familia entera durante TRES años, aves, siembras y surtida variedad de frutales, más los sueños y esperanzas de un anciano campesino agricultor, que se le aproximaba el fin de su vida, sin ver cumplido el anhelo de dejar su familia en una propiedad, donde terminarse de criar dignamente.
Pero aún estaba vivo y algo quedaría por hacer y si así era, había que hacerlo. Hablar personalmente con el Presidente de la República... Se agotaron los medios hasta reunir dinero que le permitiera llegar hasta donde sus hijos PEÑA ZAPATA (Cautín) y ellos podrían ayudarle para llegar a Santiago. Y lo logró, se entrevistó con su excelencia de ese entonces, Don Carlos Ibañez del Campo, la entrevista fue positiva. Esta fue publicada en el VEA de ese entonces, adjuntaré fotocopia de ese diario." (pág.205 Vida y palabra campesina)
“Por fin a la mala suerte
le he pegado un puntapié
a mi rancho llegaré
feliz con la buena nueva
y aunque neve, truene o llueva
mi campo trabajáré."
Se le reconocieron los derechos para otorgarle el título, pero debía hacerse por los canales legales (oficinas Coyhaique), pero que vendrían las órdenes directa desde el gobierno. Pero de ahí nunca mas se supo, sólo se supone que con platita y amigos, el reclamante lo solicitó y le fue cedido, porque después resultó de su propiedad.
Finalmente y antes de perderlo todo, mi padre se acogió a un pago judicial de $ 100.000.- cien mil pesos de la época, hecho por el Sr. reclamante." (pág.206 Vida y palabra campesina)
"Y vuelta otra vez atrás,
andar viviendo en lo ajeno,
seguir masticando el freno
con trabajos mal pagados,
ser el dueño del arado
pero nunca del terreno”.
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Extracto de NOTA escrita por Miguel Peña al final de su Autobografía
inciso 2°: " Soy apolítico, de antecedentes intachables, sólo practico la política que me enseñara mi padre: Trabajo, honradez, responsabilidad y no envidiar ni causar daño a nadie, por el contrario ser servicial." (pág.214 Vida y Palabra campesina)
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"Al estar en casa de mi cuñad asistí a clases a un escuelita rural, donde su única profesora era pagada por los padres de familia...Una vez reunida la familia y mi padre trabajando, fui matriculado en un colegio internado de la fronteriza localidad de Balmaceda, distante de la casa 100 Kms., 20 de a caballo y los otros en viejos y escasos camiones de carga..." (Pág.206 Vida y palabra campesina)
Miguel fue promovido rápidamente de curso con el primer lugar, hasta llegar al 5° grado sin poder terminar el año.
"El asistir a este colegio durante casi cuatro temporadas, no era nada fácil, ni agradable...". "Andar a caballo o a pie, alrededor de 25 a 30 Kms., después esperar medio día y a veces días enteros, como también, a veces, volverse a casa y sin comer muchas veces. Los vehículos eran sumamente escasos de Coyhaique a Balmaceda y nosotros debíamos tomarlos a la altura de Valle Simpson. Además siempre eran camiones y se debía viajar arriba, y yo con ropa inadecuada, recuerdo haber llegado muchas veces medio congelado a Balmaceda. Teníamos clases de Septiembre a Mayo y vacaciones en invierno, precisamente por la inclemencias del tiempo. Balmaceda supera a Coyhaique de 5 a 10 grados bajo cero en invierno, además a ese colegio asistíamos 40 niños internos, todos del campo y unos 20 más que tomaban pensión en casas particulares."
"Me retiré por mi propia voluntad en 1957, aunque se me había hablado de una beca para seguir estudios en un liceo de Santiago, donde habían ido dos destacados anteriores..."
El año 1957 su padre se traslada a Valle Simpson, con toda su familia, para realizar una gran siembra. Un día que su madre viaja a Coyhaique y debe alojar allí, su padre ya con 76 años y sordo, no se percató que mientras dormía la cocina a leña se inflamó. Cuándo sintió el fuego, ya era tarde, salió casi desnudo y descalzo. En este incendió perdieron todos sus enseres y la casa, que era prestada.
"Cuanto pena hay en la pena
del que tiene que aguantar
ya ni fuerzas pa´llorar
le quedan a sus años,
sólo al corazón un callo
con ganas de palpitar."
"Dejo la escuela y nos ponemos a hacer la siembra, cosechamos con poca ganacia y mi padre comienza a decaer día a día, hasta quedar postrado en cama y el diagnóstico es Cáncer avanzado..." "Cuando ya se sintió perdido, llamó a mi hermano para pedirle cuide a mi madre y a sus hermanos menores y que su deseo era que sigan como él nos enseñaba, trabajadores y honrados. Nunca vi llorar más a mi hermano que ese día, él que lo sabía un hombre inagotable hasta hacía poco, tal vez no había pensado que ya se nos iba esfumando. Lo mismo le pidió a mi cuñado que era un gran hombre y él lo apreciaba, por si fallara su hijo, su familia tenía otra alternativa. Así de noble era mi pobre viejo hasta en su agonía." (pág 208 Vida y Palabra campesina)
Su padre fallece el 12 de septiembre de 1959, cuando Miguel tenía 12 años de edad.
"El 11 de septiembre del año 1959 debo viajar para volver al otro día. Esa noche reclama mi presencia para dejarme algún consejo, pero yo no estaba..."
“Que Dios te tenga a su lado
mi viejo padre y amigo
tu esfuerzo no fue perdido,
nos dejaste una enseñanza
honradez, fe y esperanza
son riquezas del espíritu”
Sus hermanos mayores asumieron como jefes de hogar, debiendo trabajar por fuera de casa.
"Mi madre que siempre fue valiente y trabajadora, dos hermanas y yo, con mis trece años, nos dedicamos por una temporada a la ordeña, criar aves y cortar leña para vender..."
En 1960 sus hermanos logran comprar una casita en la ribera de un río, al lado de la vía pública, quedando al fin en lo propio. Miguel se dedica por dos años al madereo en aserraderos y aunando esfuerzos con los demás hermanos reúnen madera para renovar la casa posteriormente.
Recién cumplido los 13
ya andaba de ordeñador
de chasque pa´los mandados,
de carrero, sembrador
y otros varios desempeños
de mi infancia recuerdo hoy.
Ya pisando los 14,
era hombre trabajador
y haciendo gala de macho
me las dí de leñador,
de hachero en los viejos ñires
y al no haber nada mejor
se hacían callosas las manos
y se enjugaba el sudor,
también se encallaba el hombro
con la leña en astillón
y flaqueaban las canillas
cuando se inflaba el pulmón.
Se trabajaba con lluvias
lo mismo en días de sol
y cuando era necesario,
muchas horas de un jalón
y era un orgullo este trato
como hombre trabajador.
A los 14 años de edad y por casualidad, llegó a su casa una vieja guitarra, la que también por casualidad comenzó a pulsar, si saber que sería su eterna acompañante.
“Madera, noble madera,
alma y cuerpo que acaricia,
tu ternura es la delicia
del criollo que te venera.
Guitarra sos la tranquera
que te abriste a mi destino,
el manantial de tu trino
me dio a beber las estrellas
desde entonces veo la huella
y el trovo de los caminos”
Soy del verso un peregrino
y de tu musa el vasallo,
enancado a tu caballo
le hemos hecho un sorbo al vino,
más, con estirpe Aysenino
empujamos tradiciones,
hemos verseado en fogones
y alrededor de un asado,
Guitarra me llevas acollerado
¡Entre primas y bordonas!"
A los 15 años comienza a trabajar solo, realizó diversos oficios: mozo de patio y corta de leña con hacha, hasta que realiza el servicio militar en 1966. Posteriormente construyen la casa de su hermano y luego trabaja con bueyes, acarreando trozos en un aserradero.
"Esto me dio buenas ganancias, lo cual, junto a un año más de trabajo a cargo de animales y otros desempeños, me permitió comprar una pequeña propiedad en Coyhaique..."
"Siempre anhelé que mis hijos
no tengan infancia igual
y en un constante luchar
adquirí el techo que un día
a mi familia cubriría
con respeto y dignidad."
“Así es la vida, una ciencia,
aún peor pa´l que no es letrado,
a saltos como el pescado
se debe cazar la mosca
y así la tuerca se enrosca
siguiéndole el hilo al perno,
quitando el cuerpo al infierno
buscando alcanzar la gloria”
Se traslada a vivir en Coyhaique donde instala un negocio. En 1971 contrae matrimonio con Bertila Velásquez Márquez, oriunda de Coyhaique, hija de Pedro Velásquez Navarro y Luisa Márquez Gómez. Padre de 5 hijos: Mauricio, Pamela, Claudio, Jorge y Marcia (fallecida a 1 año de edad).
“Tengo una humilde familia
que hace mi felicidad
es como una luminaria
reflejada en el cristal.
Al Dios supremo le pido
a mis hijos colocar
en un derecho camino
pavimento de amor, paz y felicidad”
Vivió en el campo hasta los 24 años de edad, entre gente que admiró y respetó, siempre defendió al campesino de nuestra región, lo definió como “una persona tímida, sensible, honesta, hospitalaria y de muy buenos sentimientos por tradición”.
“En la imponente ciudad
se supone está el saber,
esto me hace suponer
amplitud de entendimiento
pa´dar reconocimiento
al campesino de bien.
El estudio es privilegio
de aquel que lo haya logrado,
no tenerlo no es pecado
es mas bien triste destino,
de ahí tomamos el camino
cada uno por su lado.”
Desde 1975 comienza a “archivar” sus pensamientos. En la década del 80 y aprovechando la tribuna brindada por el programa “Correo del ganadero” de Radio Santa María en Coyhaique, comienza a desarrollar la inquietud llevada desde su infancia: rescatar, defender y poner en valor a la gente de su región, su cultura, música, tradiciones, lenguaje y costumbres.
“Perdonen si al saludar
prefiero hacerlo cantando,
pero el verso anda orillando
como buscando salida
y escaparse por la vida
como un potro galopiando.
La palabra y el acento
los extraje del pionero
y retobado en el cuero
rudo de la Patagonia
traigo un racimo de coplas
al puro estirpe campero...”
Desde 1985 realizó de forma autónoma, trabajos de investigación, recorriendo la región de Aysén continental, entrevistando a “sus queridos viejos”, como cariñosamente los llamaba. Recopiló variada información como fotos, discos de victrola, textos, relatos, música, etc. para dar sustento al arraigo y pertinencia de la cultura regional. A partir de este año se publican sus primeros trabajos en diversos medios, además de participar en diversos cursos, talleres, seminarios, festivales y concursos literarios.
“Porque me aturde la sed
ando tras los manantiales
y hasta bajo a los raudales
donde suelo anclar la red,
me gusta atrapar el pez
en el caudal cristalino,
pues, como el néctar y el vino
¡es la cepa la mejor!
y en la sepa del cantor
¿la savia? ¡La sabia está en los caminos!”
En 1986 publican su Autobiografía en el Libro "Vida y palabra campesina", debido a que obtuvo el Primer lugar de la Zona Sur, sede Puerto Montt, donde recibió el Premio, siendo la primera vez en su vida que salió de la región de Aysén y viajó en avión.
Vida y Palabra campesina, es una publicación que reunió 266 autobiografías presentadas en el Concurso del año 1986, convocado por el Grupo de Investigaciones Agrarias (GIA) de la Academia de Humanismo Cristiano, con la colaboración de la Conferencia Episcopal de Chile, Área de Pastoral Social, Comisión nacional Campesina y Confederación Nacional de Cooperativas Campesinas de Chile.
La publicación constó de cinco tomos, que correspondían al lugar de las sedes en las que se recibieron las autobiografías. Estas sedes fueron I San Felipe, II Santiago, III Linares, IV Temuco y V Puerto Montt. Cabe mencionar que otro concursante de nuestra Región, Osvaldo Gamín Turumán de Puerto Aysén, obtuvo el Tercer lugar Nacional de este Primer concurso. Así que fueron dos los premios que recibió nuestra Región de Aysén.
El año 1986 realiza su primera grabación musical en cassette artesanal, junto a su colega y amigo acordeonista Gilberto Segundo Oria, con el albun “Aysén, del pasado al presente”, cuyo éxito lo llevó a grabar varios álbunes mas el año 1990: “Para bailar hasta gastar los tamangos” , “Acordeón y bordoneo” y “Por las huellas del ayer”.
Este mismo año participa en curso de extensión de la Pontificia universidad Católica de Chile, “El folclore en la Identidad Regional y Nacional”, dictado por el destacado académico Fidel Sepúlveda Llanos, Poeta, Investigador, Profesor de castellano, Doctor en Filosofía Hispánica y miembro de la Academia Chilena de la Lengua, considerado uno de los más profundos conocedores e investigadores de la identidad y cultura tradicional y popular chilena.
En 1987 se publican sus poemas, junto a los de varios autores regionales campesinos, en el libro
“Aysén, poesía y tradición. Poetas populares de la XI Región” editado por la facultad de filosofía de la Pontificia Universidad Católica de Chile en convenio con la empresa regional “Sociedad Comercial Mañihuales”.
En 1990, graba el albun artesanal “Clásicos populares”, interpretado por Duo Pioneros y la Primera guitarra del gran guitarrista Arturo Mañao.
El año 1993 obtiene el primer lugar en festival “Una canción para Coyhaique” con su canción (letra y música) “Doncella de Cordillera”.
En 1994 graba en Sello Alerce
de Santiago, albun fonográfico (cassette) “Desde mi Patagonia”
interpretado por “Duo Pioneros”,
gracias al apoyo de la destacada folclorista, intérprete e investigadora, Premio Nacional de Artes en Música (1994), Margot Loyola Palacios.
Este trabajo involucró varias de sus creaciones como “Bosquejo”
Milonga pampa, las “Cuecas pioneras”,
las rancheras “De hombre de Campo”
y “En casa de Don Ramón”,
además de la interpretación del “Corrido de Coyhaique”,
la ranchera “Mate amargo”
entre otros.
CASSETTE: DESDE MI PATAGONIA. SELLO ALERCE. 1994
Este mismo año participa como Director Artístico de la Agrupación folclórica de Aysén, en el XXIII Festival Nacional de Folclore de San Bernardo, constituyendo un precedente, que proyectó por primera vez, el folclor de Aysén a nivel nacional.
FESTIVAL DE SAN BERNARDO 1994: PIONEROS Y POBLADORES
Un año después, obtiene primer lugar en “Festival de la canción de raíz folclórica” y primer lugar en “Concurso Regional de Poesía Costumbrista”. En 1997 participa en la primera muestra nacional de cuecas regionales.
En 1999, recibe reconocimiento de la
Ilustre Municipalidad de Coyhaique, por su valioso aporte al desarrollo de la comuna.
El año 2001 graba el trabajo musical: “Entre la raíz y el cogollo” Volúmen I
, junto al acordeonista Medarno Sandoval Correa
(Q.E.P.D.), cultor natural del Acordeón a botones de tres hileras también conocida como verdulera y quién dejó plasmado en este álbun parte de su gran repertorio.
Dos años después (2003) graba “Entre la raíz y el cogollo” Volúmen II, interpretado por “Los Peñitas y sus guitarras criollas”, donde trabajó junto a su hijo Jorge Peña Velásquez. Estos trabajos contienen los ritmos bailables típicos de la región: ranchera, vals, chamamé, pasodoble, polka entre otros y también aquellos que él llamó "privativos solo para el canto, la expresión del alma". Ambos proyectos fueron financiados por el “Fondo para el fomento de la música nacional” (FONDART Regional).
El año 2003 viaja a Santiago, junto a su colega y amigo Gilberto S. Oria (Duo Pioneros) para trabajar con el Ballet Folclórico Nacional BAFONA, que preparaba en aquella época un cuadro sobre la Patagonia, el cual fuera presentado más tarde en Coyhaique. Este cuadro, constituyó un hito en el reconocimiento de nuestra identidad regional y de la cultura gaucha chilena, hasta entonces bastante desconocida para el resto del territorio nacional. En esta oportunidad Miguel Peña A. y Gilberto S. Oria entregaron sus trabajos musicales que reflejaban las danzas tradicionales de la región.
Duo Pioneros, Johanna Aburto y José Mansilla de Coyhaique, trabajando con los integrantes de BAFONA, en la ciudad de Santiago.
En el año 2004 Miguel Peña, obtiene el tercer lugar en el Festival de invierno de Coyhaique, con la canción Canta Coyhaique canta interpretada por Marco Antonio Rodriguez , Primera guitarra de Mauricio Morales y las guitarras criollas de los Peñitas. Mas tarde participa en el Primer festival de música pionera de Villa Cerro Castillo, Comuna de Río Ibañez, organizado por pobladores de esta localidad, que fuera fundada en 1966.
El año 2005, participa en encuentro “Reencantando Chile: voces populares”, realizado en Punta Arenas. Posteriormente participó en diversos Seminarios y festivales Regionales.
Fue integrante y primer presidente de la Agrupación Cultural "Sobre las Huellas" y de la Sociedad de Historia y Geografía de Aysén.
El año 2007, obtiene el premio a la canción más popular en
Festival una canción para Coyhaique y participa en el
Segundo Encuentro de Artistas Campesinos. Además realiza
“Taller de acordeón y guitarra criolla”. Durante este año graba su último albun musical
“Entre el mate y el candil” con “
Dúo Pioneros” interpretado por Gilberto Segundo Oria y su inconfundible acordeón, la guitarra criolla de Miguel Peña A. y el acompañamiento de Jorge Peña. Este trabajo presentó temas de recopilación oral y de antiguas discotecas de Victrola 78/R.P.M. pertenecientes o heredadas de antiguos pioneros de Coyhaique, Lago Verde y O´higgins.
Miguel Peña Araneda fallece el 14 de noviembre de 2009 en Santiago de Chile, a la edad de 63 años, aquejado de una cardiopatía, que no le permitió redactar el final de su última obra “Hijo de Juana y José”. Este libro fue publicado póstumamente el año 2011, proyecto ejecutado por la Ilustre Municipalidad de Coyhaique y financiado por el 2% de cultura del FNDR, del Gobierno Regional de Aysén.
“Hijo de Juana y José” es un texto escrito en versos (más de 16.000) que aluden a la saga pionera de Aysén protagonizada por un hombre sin nombre ni apellido, quién ante la adversidad y el desamparo pudo perderse o desaparecer, sin que nadie reclamara su identidad. Este personaje nacido en la zona centro sur de Chile hacia el año 1859, emigra al sur donde vive aventuras insospechadas, mientras recorre desde territorio mapuche en las provincias de Neuquén, hasta que hace ingreso al Aysén de comienzos del siglo XX, donde se establece, forma familia y muere. Nuestro héroe, es gran cantor, guitarrero y payador, gaucho de corazón noble, con la piel curtida por la intemperie y rigor de los años, que a través de este relato nos facilita su andamiaje con el gran aprendizaje de la vida ganadera del gaucho, que incluye lenguaje y filosofía de vida.
“…Y el suelo de tu vivir
ha de recibir tu cuerpo
mientras que la voz y el viento
pregonará tu existir
y en tu cruz sabrá decir
pa´l que le cauce interés:
sepan que vivió una vez
como tantos otros hombres
y que llevaba por nombre
Hijo de Juana y José.”
Miguel Peña Araneda, Trovero Sur durante casi 30 años nos dejó un enorme legado cultural gráfico y fonográfico publicado, pero también mucho material inédito: poemas y canciones, así como trabajos de investigación y recopilación (poemas gauchos, estilos, milongas, fotos, discos, filmaciones etc.) proporcionados por antiguos pobladores colonos y/o descendientes de pioneros de la región de Aisén continental, que muestran y demuestran la pertinencia de todos sus proyectos. Ejemplo de ello es el libro que tituló tituló "Desde adentro".
“Guitarra que sos la herencia
de mi juventud campera,
no llores cuando me muera
ni demuestres tu dolencia.
No quiero que por mi ausencia
te martirices callada;
quiero saberte abrazada
pero a un criollo de verdad,
que cante a la identidad
de Aisén tierra venerada..."
Trovero Sur Coyhaique